La construcción de un tambo, recorridas con un móvil sanitario o la asistencia en el mantenimiento de huertas son algunas de las experiencias que docentes y estudiantes realizan en distintas partes del país para profundizar la articulación de la universidad con su entorno y fortalecer el compromiso de acción comunitaria en la formación académica, dijeron a Télam representantes de diferentes universidades nacionales.
Desde la Universidad Nacional del Chaco Austral (Uncaus), el secretario de Cooperación y Servicios Públicos, Néstor Dudik, subrayó que los estudiantes «se forman comprometidos con las necesidades de la comunidad» y que la institución toma a «la política social comunitaria como un eje central acoplado a lo que es la formación académica».
Entrevistado por Télam Radio, Dubik entendió que los vínculos que se mantienen con el gobierno provincial, organizaciones sociales y los municipios «permiten a cada una de las carreras articular con los distintos proyectos que llevamos adelante en la extensión universitaria».
Y puso como ejemplo de ello una unidad educativa móvil y un camión sanitario que recorre -dijo- «lugares donde son de difícil acceso y cuesta que se encuentren algunos profesionales».
Franco, un estudiante de Medicina de la Uncaus, participa del camión sanitario en el Sauzalito, ubicado en El Impenetrable chaqueño, donde ofrecen atención primaria de la salud para sus pobladores. «Esto nos permite involucrarnos con la realidad de nuestra provincia en lugares alejados», remarcó en diálogo con esta agencia.
También desde la Universidad colaboran con la Escuela de Educación Agropecuaria N° 51 de Taco Pozo en la construcción de un tambo. «Ya tenemos vacas para comenzar este año con el ordeñe. En este camino llevamos a cabo cursos de capacitación con los alumnos», se entusiasmó Elsa Campo, directora del establecimiento.
Desde la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), el secretario de Extensión, Sebastián Palma, también ponderó que, mediante las actividades que desarrollan, «interpelamos al conjunto de la universidad, ya que no solamente se trata de generar espacios de participación, proyectos o programas, sino también de impulsar iniciativas y políticas determinadas».
«A través de la sistematización de experiencias se genera conocimiento desde las prácticas, extensionistas y a través de la formación en extensión, y también para poder desarrollar actualizaciones vinculadas a lo que está ocurriendo en los territorios. Nos metemos de lleno en la formación integral de los estudiantes. Hay un rol social, una mirada, un preocuparse por ese otro», afirmó Palma.
Desde hace 13 años, la UNLP cuenta con el Centro Comunitario de Extensión Universitaria que – según resaltó- permite tener «un sistema universitario regional de salud, con cinco salas desplegadas en distintos puntos de la ciudad, acompañando estrategias de prevención y promoción de la salud en los barrios». También agregó que desde la carrera de Periodismo y Comunicación Social se realizan experiencias en tres barrios platenses.
En ese marco, Luciano Martínez, alumno de la carrera de Bioquímica de la Universidad, dijo que vienen trabajando «en una brigada sanitaria desde la pandemia del coronavirus» y resaltó que, «ante la emergencia que se atravesó, no nos podíamos quedar de brazos cruzados, salimos a colaborar con las campañas de vacunación, por ejemplo».
Un poco más al sur, estudiantes de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam), como Guadalupe Lucero, también realizan acciones en territorio. «Las políticas comunitarias son consideradas esenciales para la formación profesional, ya que desde la experiencia personal de estos futuros graduados se puede dialogar con los diferentes actores sociales, con las organizaciones e instituciones de la comunidad», destacó.
En el mismo sentido, el secretario de Cultura y Extensión de la (UNLPam), Ignacio Kotani, sostuvo que «la función de extensión cada vez viene tomando más valor, ha permitido que el docente, a través de la formación de equipo, con estudiantes y no docentes, se vinculen con aquellas cuestiones problemáticas o planteos que la sociedad tiene y necesita ir resolviendo».
«Tenemos la posibilidad de realizar las prácticas sociocomunitarias que básicamente permiten que los estudiantes se vinculen con algún sector que tiene alguna vulnerabilidad», sostuvo. Y agregó que este proceso permite «llevar herramientas de solución, al mismo tiempo recibir una formación y práctica que logre el compromiso social».
En tanto, el director de Extensión de la Universidad Nacional de Río Negro – Zona Atlántica, Ramiro Figueroa, consideró que las tareas de vinculación con la comunidad posibilitan «devolver a la sociedad que solventa el financiamiento de las casas de altos estudios».
«Tenemos una política, denominada Proyecto de Trabajo Social, que es la realización de un trabajo social. Cada estudiante tiene que completar antes de finalizar sus estudios un período de 64 horas de práctica social», comentó Figueroa, en referencia a la labor que se realiza con organizaciones comunitarias en el fortalecimiento de las huertas en distintos barrios de la localidad de Viedma.